Educadores latinoamericanas
trabajarán en Kitas en Neu-Isenburg

Llegaron desde Brasil, Perú, Colombia y Chile, llevan estudiando alemán desde mediados de 2022 y pronto su gran sueño se hará realidad: trabajar como educadoras en una guardería alemana.

Desde el primero de abril formarán parte del equipo profesional de varias guarderías de la ciudad de Neu-Isenburg. Hasta que su título universitario sea reconocido, trabajarán como aprendices. Al cabo de un año, pasarán a ser profesionales de guardería, es decir, educadoras. Entonces ganarán lo mismo que sus otros colegas y asumirán las mismas responsabilidades. TalentOrange se encarga del reconocimiento de sus estudios. Adicionalmente, todos los educadores que contratamos han cursado estudios de educación hasta el nivel de licenciatura, en su país de origen. En muchos de los casos, nuestros talentos cuentan también con varios años de experiencia profesional. 

¿Por qué vienen a Alemania jóvenes de América Latina a trabajar en guarderías? Los motivos son similares a las y los enfermeros: Las condiciones de trabajo son mejores. Un contrato laboral fijo, vacaciones pagadas y un sueldo con el que se puede vivir de forma independiente. En los países de origen, el coste de la vida es similar al de Alemania, pero el salario es mucho más bajo. El buen salario en comparación con el país de origen permite vivir de forma independiente, mientras que en el país de origen se sigue dependiendo del apoyo de la familia.  Para las jóvenes hay otro aspecto: la seguridad en nuestras calles. En los países latinoamericanos, a menudo es peligroso para las mujeres salir por la tarde o por la noche. Aquí el índice de criminalidad es mucho menor.

La formación universitaria de las y los educadores latinoamericanos les prepara óptimamente para trabajar en “Kitas” guarderías alemanas. Están familiarizados con conceptos educativos europeos como Montessori, Reggio o la pedagogía Waldorf. Una parte del criterio para la selección de nuestros talentos es la pasión por su profesión. La certificación del idioma es uno de los requisitos previos para la homologación profesional, en este caso las educadoras deben obtener el certificado Goethe a un nivel B2. Nuestro acompañamiento no empieza ni termina ahí, primero nos encargamos de todos los trámites administrativos y la visa.  Luego de la aprobación del examen, compramos los boletos de avión, de la búsqueda de un departamento, más. Para este punto, estas jóvenes ya han superado todos los obstáculos. Pronto podrán hacer lo que más les gusta: ¡trabajar con niños!