De Colombia a Wiesbaden:
Educadoras en guarderías de Cruz Roja Alemana

Una guardería completamente nueva con capacidad para 120 niños, pero lamentablemente no se pudieron ocupar todos los cupos. ¿La razón? Faltaba personal.  Esa fue la situación que enfrentó la Cruz Roja Alemana (DRK) en Wiesbaden. La organización gestiona tres guarderías en la ciudad, con un total de 60 educadoras. Sin embargo, para la nueva instalación construida en Nordenstadt, en la calle Hainweg, en pleno barrio en expansión y rodeado de familias jóvenes, no lograron reunir suficientes profesionales cualificados. A pesar de la presión de los padres, no hubo forma de resolverlo. Varios cupos para niños de entre 6 meses y 6 años tuvieron que quedar vacantes. 

Fue entonces cuando el DRK decidió colaborar con TalentOrange. A comienzos de diciembre de 2024, Monica Daza Laiton (23) y Angela Lisbeth Cortes Montero (27), dos educadoras con formación universitaria en Colombia, iniciaron su año de reconocimiento profesional con el DRK, una en la guardería de Hainweg y la otra en Delkenheim. En junio de 2025 se sumaron dos compañeras colombianas más. Tras completar el año de reconocimiento, recibirán el certificado oficial del estado de Hesse, que las acreditará como educadoras plenamente reconocidas en Alemania. A partir de ese momento, podrán abrirse gradualmente los grupos que aún estaban pendientes. Aunque todavía no trabajan de forma completamente autónoma, ya asumen responsabilidades clave y los niños las adoran. 

Yvonne Reichel, directora del área de guarderías del DRK Wiesbaden, lo dice sin rodeos: “La formación de las educadoras colombianas es incluso mejor que la nuestra”. En su país de origen, ambas completaron una licenciatura en pedagogía infantil. “Tienen una base práctica muy sólida y un conocimiento amplio; además, afrontan su trabajo con mucha reflexión”, destaca Reichel. Angela, por ejemplo, ha estudiado detenidamente el Plan de Educación y Formación del estado de Hessen. Tanto ella como Monica están sorprendidas por el alto nivel de autonomía que tienen los niños en Alemania para decidir qué quieren hacer. “En Colombia también sabemos que la libertad es importante para el desarrollo infantil, pero el sistema no permite organizar el día con tanta flexibilidad”, explica Monica Laiton. Desde la educación preescolar, se espera que los niños aprendan letras, números y que incluso ya sepan leer y calcular. “Me encanta que aquí los niños puedan buscar sus propios desafíos”, dice Angela Montero. “Nosotras estamos ahí para acompañarlos en ese camino.” Sus familias respaldan plenamente la decisión de emigrar, aunque, claro, extrañan su hogar. No siempre es fácil ejercer la pedagogía en un idioma que no es el propio, y el invierno alemán, al igual que la burocracia, representó todo un desafío. “Aun así, hemos recibido apoyo, y en el trabajo tenemos el tiempo necesario para aprender todo paso a paso”, comentan con confianza. 

Manfred Stein, director ejecutivo del DRK Wiesbaden, se muestra muy satisfecho de haber encontrado al fin una solución efectiva al problema de la escasez de personal, tanto en términos humanos como económicos. “Si dejamos cupos sin ocupar, no recibimos financiación por ellos. Pero los costos del edificio, que es grande, igual hay que cubrirlos”, explica. Para él, el reclutamiento internacional representa un modelo con gran potencial. En los países de origen de las educadoras, el sistema educativo está crónicamente subfinanciado y no hay suficientes empleos para profesionales formados en pedagogía. Al mismo tiempo, en Alemania se enfrenta una necesidad urgente. “Todos estamos pescando en el mismo estanque: los operadores de guarderías solo pueden robarse entre sí a las educadoras”, afirma Stein. “Por eso estamos encantados con esta solución innovadora.” 

TalentOrange recluta educadoras altamente cualificadas, principalmente en Colombia y Namibia. La selección se realiza directamente en sus países de origen a través de entrevistas exigentes, basadas en criterios tanto profesionales como personales. Las candidatas seleccionadas acceden a un curso intensivo de alemán completamente financiado mediante una beca, y en un plazo de 7 a 9 meses alcanzan el nivel B2, requisito indispensable para poder ejercer como educadoras en Alemania. 

Para más información, puede contactar a nuestro asesor Adrian Bartlog o consultar los detalles aquí.