El programa de retorno hace posible el comienzo ansiado del trabajo en Alemania

Enfermera colombiana enfrenta las complicaciones de entrada relacionadas con el coronavirus

Cada año, alrededor de 300 enfermeros y enfermeras de todas partes del mundo son admitidos/admitidas en el programa gratuito de TalentOrange (antes: Capitalent Medical). La empresa se encarga de los asuntos administrativos como la tramitación de la visa, el vuelo, la homologación de documentos, así como de encontrar alojamiento y empleadores, mientras que los candidatos/ las candidatas se concentran por completo en su curso intensivo de alemán. Después de pasar el examen B2, aguardan ansiosamente la entrada a Alemania. Pero a principios del año llegó la crisis del coronavirus y con ella la restricción del tránsito aéreo.

Para los enfermeros/ las enfermeras titulados/tituladas de países latinoamericanos, del África meridional o del sudeste asiático que son admitidos/admitidas en el programa de TalentOrange, el sueño de la experiencia y formación profesional en el extranjero se hace realidad. Ruby Pereira había tenido este sueño durante mucho tiempo. En el 2015, completó con éxito ocho semestres de estudios de enfermería en Barranquilla, Colombia. Luego, realizó dos años y medio de prácticas en un hospital de su país natal, lo cual resultó ser nada fácil.

La situación laboral en Colombia parecía estancarse...

"En realidad, nunca tuve seguridad financiera. No había suficiente dinero y la situación laboral en Colombia parecía estancarse. Mi familia no podía mantenerme y yo tenía pocas esperanzas de que, en un futuro, algo cambie en mi país. Por eso comencé a buscar trabajo en el extranjero y acabé topándome con TalentOrange.”

Después de pasar por el proceso de solicitud de la empresa y convertirse en candidata del programa, comenzó su curso intensivo de alemán en la escuela cooperante de idiomas, ubicada en Medellín, en el verano del 2019.

La calidez del nuevo hogar facilita la aclimatación

"Aprender alemán no fue muy fácil para mí. Las numerosas reglas, la gramática, etc. son muy confusas y apenas se parecen a mi lengua materna. También la pronunciación, especialmente los dialectos, fueron al principio desafiantes". Sin embargo, en enero de este año aprobó el examen B2 en la primera pasada. Todo iba de acuerdo al plan. Pero luego, llegó el mes de su partida en marzo, momento en que la situación mundial empeoró por la crisis del coronavirus y la entrada de Pereira se vio perjudicada.

"El 2 de abril, se comunicó conmigo mi contacto de TalentOrange, la Sra. Kilb. Me dijo que, a pesar de las circunstancias, había una posibilidad de que entre a Alemania y me puse bastante nerviosa", continuó la enfermera colombiana. "Me enviaron un formulario para inscribirme en el programa de retorno alemán. Poco tiempo después recibí el mensaje de que, como enfermera, se me permitía subir a bordo del último avión. Ese mismo día empaqué mis cosas y tomé el avión de Bogotá a Alemania".

Lo que al principio parecía un milagro para Pereira fue el resultado de horas de espera en la cola del Ministerio de Relaciones Exteriores, así como de la comunicación sutil y paciente con la Embajada en Colombia y la Policía Federal de Alemania.

"No fue fácil obtener informaciones bien fundamentadas de las autoridades”, explica Annika Kilb, gestora del proyecto y persona de contacto para Colombia de TalentOrange. "Por un lado, el programa de retorno se dirigía principalmente a los alemanes que se encontraban en el extranjero y, por otro lado, no estaba claro, qué exenciones se concedería a los enfermeros/ las enfermeras internacionales con contrato de trabajo en un hospital alemán. Sin embargo, una vez que se estableció el contacto con las autoridades, todo fue muy rápido y la Sra. Pereira pudo registrarse en la página web del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores para emprender su vuelo a Alemania".

Mientras tanto, Ruby Pereira sentía una gran desesperación. Durante días permaneció en la incertidumbre si esta nueva etapa en su vida, que tanto había luchado por conseguir, debía acabar pronto. Hasta tres horas antes de su partida dudaba de que si iba poder viajar.  "En el aeropuerto de Colombia, los pasajeros eran seleccionados arbitrariamente por el personal de la embajada, para decidir si viajaban o no", añade Pereira. "Mi experiencia como enfermera de cuidados intensivos y mi contrato de trabajo alemán me permitieron finalmente viajar". Una vez que aterrizó en Alemania, Annika Kilb fue a recibirla. En el terminal que últimamente se encuentra vacío, se veían salir por las puertas a varios alemanes llenos de alivio, entre ellos Ruby Pereira, de 24 años. Las horas que siguieron fueron muy emotivas y la primera noche fuera de casa muy triste.

"Bad Krozingen, la ciudad donde viviré y trabajaré a partir de ahora es hermosa! Pero las circunstancias habían opacado un poco mi entusiasmo. La pronta despedida y la partida repentina también me afectaron", continúa la joven enfermera. "Pero todo está bien ahora. Mi apartamento es perfecto y el apoyo de la Sra. Kilb me ha tranquilizado mucho. Estoy muy conmovida por la calidez del hospital. Mis colegas son muy amables y mi tristeza desapareció rápidamente. Es estupendo que pueda trabajar aquí como enfermera de forma independiente y que haya muchas oportunidades interesantes para seguir formándome. Además, me impresiona la forma en que se está manejando la crisis. El número de casos graves es muy bajo en este país. Tengo curiosidad por ver qué más me espera y espero poder contribuir al cuidado de los pacientes. Porque eso es lo que me gusta de mi trabajo: ayudar".

La escasez de personal también está afectando a las unidades de cuidados intensivos en Alemania, por lo que se necesitan urgentemente enfermeros y enfermeras como Pereira. Los cierres de camas en las clínicas podrían evitarse mediante un apoyo calificado y los errores debidos al exceso de trabajo del personal podrían reducirse drásticamente. En la actualidad, gracias a los programas de TalentOrange a nivel mundial, alrededor de cien enfermeros y enfermeras están aprendiendo el idioma alemán con el fin de contrarrestar con su apoyo esta escasez. Al mismo tiempo, adquieren una experiencia útil en el extranjero para, en un futuro, mejorar el sistema de salud en sus países natales.